Toda una tradición cervecera trapense Como solo ocurre en las 14 abadías del mundo, 6 de ellas en Bélgica, CHIMAY CREA auténticas cervezas trapenses identificadas con esta etiqueta. Son cervezas fabricadas siguiendo las exigencias de la gran calidad de esta tradición cervecera.
La cerveza es transportada del monasterio a la planta embotelladora que se localiza a 12 km de distancia, la cual tiene la capacidad de llenar 40,000 botellas por hora, de las cuales la mayor parte son recicladas. Después de haber sido embotellada, la cerveza pasa por un proceso de refermentación dentro de la botella durante tres semanas antes de ser enviada alrededor del mundo. El 50% de la producción se exporta.